jueves, 22 de julio de 2010

“Muerte no es nada, no cuenta. Solamente me he escabullido a la otra habitación. Nada ha pasado. Todo permanece exactamente como era. Yo soy yo, y tu eres tu, y la antigua vida que tan tiernamente vivimos juntos esta intacta, inalterada. Lo que sea que fuimos para el otro, todavía lo somos. Llámame con el viejo y familiar nombre. Habla de mí en la fácil manera con que siempre solías hacerlo. No pongas diferencia en tu tono. No uses un aire forzado de solemnidad o de congoja. Ríe como siempre reíamos con las pequeñas bromas que disfrutábamos juntos. Juega, sonríe, piensa en mi, reza por mi. Deja que mi nombre sea mas que nunca la palabra cotidiana que siempre fue. Deja que sea dicha sin esfuerzo, sin un fantasma de sombra sobre ella. Vida significa todo lo que siempre significó. Es lo mismo que siempre fue. Hay una absoluta y entera continuidad. ¿Que es esta muerte mas que un negligente accidente? ¿Por que debería estar ausente porque estoy fuera de vista? Estoy solo esperando por ti, por un intervalo, en algún lugar muy cerca, solo a la vuelta alrededor de la esquina. Todo esta bien."

Henry Scott Holland

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